lunes, 22 de diciembre de 2008

COSAS QUE PASAN

Que te secuestre una horda de niños salvajes, hambrientos y congelados.


Quedarse dormida en el tren y aparecer en Cantoblanco.


Sospechar que la chica de la óptica traumatizada por no conseguir ponerme las lentillas pueda estar de baja por depresión.


Encontrarse con el símbolo de Almería reiteradamente, en sitios insospechados y sin venir a cuento.


Dar miedo a la gente por ir murmurando “próxima parada: Avda. de América. Correspondencia con las líneas 4, 6 y 9” a la vez que lo suena por megafonía.


Quedarse con cara de idiota cuando vas a la biblioteca a por un libro y renovar dos pelis, y no te dejan el libro ni te permiten renovar DVDs.


Evolucionar para pasar de tener una tarjeta en blanco a tener una provisional.


Olvidar que tal día nos hacían la foto de la orla, y aparecer en la misma aún más despeinada de lo normal (por suerte me negué al birrete...).


Pasar verdadero miedo cada mañana al atravesar el túnel bajo las vías de la estación de Fuencarral, cuando docenas de personas corren para coger el bus de Telefónica (u otro) que está a la salida; sabiendo que tienes que correr más para no ser engullido, y que si tropiezas mueres aplastado como en una avalancha en la Meca.


Que el ordenador del curro “pete” y (vaya, qué pena), tenga que entretenerme en escribir monerías en vez de trabajar...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Ayer cuando hablamos no me contaste lo de la horda de niños salvajes y hambrientos! XD