viernes, 20 de junio de 2008

La bici, la llave, y la cadena, segunda parte

Unos días más tarde...

El casero va a venir a la casa (válgame la redundancia), así que le llamo para pedirle unos alicates/tenazas con que cortar la cadena de la bici para así liberarla. Se ríe discretamente cuando le cuento la historia, pero al día siguiente aparece con un maletín de alicates de distintos tamaños.



Los llevo a la universidad pero compruebo que, aunque un poco Hulka (female Hulk), no soy capaz de cortar una cadena de 2 cm de grosor con unos alicates. Así que paso al plan B: pedir ayuda a un obrero de los que trabajan haciendo un edificio nuevo en el campus. Me preocupa que pasen de mí; en España cualquier trabajador me echaría una mano con tal de escaquearse un rato del curro, pero aquí puede ser otra historia...


Me acerco discretamente y veo que miran: un punto a mi favor.

Mj: Hola buenos días... ¿puedes prestarme 5 minutos de tu tiempo? (son británicos, son eficientes; hay que ser educada para poder distraerlos de su labor... eso pensé)


Trabajador nº 1 sonríe; trabajador nº2 (de ahora en adelante "obrero") se acerca...



Obrero: (poniendo cara de pervertido) hombre, claro; todo el día si hace falta.


Mj: ya... verás, es que me ha pasado esto con la bici (le cuento la historia); ¿me puedes echar un mano? (y automáticamente temo que conteste que me va a echar las dos...)


Obrero: sí, seguro. Un momento (sale de su puesto y se dirige a otro lado... Vuelve con una sierra eléctrica) ¿Dónde está la bici?


Mj: (acojonadilla: La Matanza de Texas ha hecho mucho daño a mi psique) Por aquí...


Echo a andar, y el obrero a mi lado empieza el cuestionario...


Obrero: ¿cuántos años tienes? ¿estudias aquí? ¿qué estudias? Ah, ¿de dónde eres? ¿y cuándo vuelves? (etc)


En esto hemos llegado al parking de bicis, y en 2,3 segundos el trabajo está hecho. Muchas gracias y demás, y me piro... Tengo que hacer otras cosillas así que me quedo un rato por ahí; cuando vuelvo a casa, tengo que pasar por delante del edificio nuevo y los obreros me saludan con entusiasmo... Quid pro quo (¿se dice así?): yo tengo mi bici de vuelta, y ellos se han entretenido un ratejo. No está mal ^^

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